Empezaba a caer la noche, era una tarde apacible pero el aire del norte hacia preveer una noche fría y dura, apremie el paso del caballo esperando llegar a casa antes de que ese frió helador penetrara en mis huesos, había sido un día largo visitando a mis amigos de la Media Luna, aunque habían insistido en que me quedara yo sabia que mi hermanita no estaría bien hasta mi regreso.
Atravesando el camino del bosque vi a lo lejos a una muchacha la analice mientras me acercaba, llevaba los pies descalzos y llenos de heridas, vestía un simple camisón y un abrigo que a todas luces había tenido mejor época que esa, estaba sucia y con el largo cabello oscuro como la noche enmarañado... sin duda algo le había pasado, conforme me acerque a ella levanto la cabeza, sus intensos ojos marrones se clavaron en los míos y pude analizar sin ninguna duda la angustia de su mirada las lagrimas resecas aun brillaban en su dulce rostro, su pena se clavo en mi corazón y supe que no podía dejarla sola en aquel camino, pare cerca de ella no muy cerca ya que no quería asustar aquella chica y que se lastimara mas corriendo y le dije.
- ¿Hola, te as perdido? Intente que mi tono sonara lo menos amenazador posible pero ella parecía bastante asustada.
- No... Dijo con un hilo de voz casi inaudible.
- ¿Vives muy lejos? Si tu quieres puedo acercarte a casa. dije con una sonrisa.
- Ya no tengo casa... y vi como las lagrimas afloraban de nuevo en su rostro.
- ¿Quieres venir con migo? Dije sin dudarlo y antes de que afirmara levemente con la cabeza ya le tendía una mano
Ella me tendió la suya y de un ligero tirón la aupé a mi caballo, ella me agarro por la cintura y se apretó contra mi capa de pelo buscando el calor que trasmitía.
- ¿Como te llamas?
- No tengo nombre la gente siempre me a llamado Cisne Negro.
- Muy bien pequeño Cisne mi nombre es Joha.
Cabalgamos durante horas en silencio, no quise cabalgar a mayor ritmo ni agobiarla con preguntas pues parecía dormida, por fin atisbe la figura de nuestro imponente castillo en la lejanía, con forme nos acercamos note que se erguía a mi espalda así que me gire manteniendo el rumbo del caballo y le dije.
- Bienvenida por fin a casa.
Como siempre cuando llegamos había fiesta montada en los salones de la Caverna, ser el BAR mas famoso de todos tenia sus desventajas, Kiske me saludo cuando cruce las puertas y miro curioso a mi compañera, ella se volvió a esconder en mi capa intentando desaparecer, salude con la cabeza a mi compañero quien entendió de inmediato y entro en el castillo.
Me dirigí a la cuadra, todos los caballos estaban en su sitio y eso me tranquilizo pues todos habían vuelto sanos y salvos a casa, descendí del caballo y ayude a mi compañera a bajar sin que se lastimara, cuando apoyo los pies en el suelo me dejo claro que los pies le dolían pues apareció un gesto claro de dolor en su cara aunque ella no dijo nada.
Cuando iba a preocuparme por ella apareció Ondina por la puerta dela cuadra, se acerco y me abrazo como siempre hacia cuando regresaba de un largo viaje.
- Por fin has vuelto tate, me tenias preocupada y veo q no vuelves solo. Dijo mientras se giraba a inspeccionar a Cisne.
- Si la encontré en el camino y necesita un hogar. Dije mientras le sonriera para que estuviera tranquila.
- Pues lo primero sera darle un baño curarle esas heridas y buscarle una habitación. Dijo Ondi decidida mientras le tendía la mano.
Ella no respondió solo alargo el brazo y se agarro a mi...
- Estate tranquila Cisne, yo estaré cerca de ti, ella es mi hermana se llama Ondina y te tratara bien confía en mi.
Ella soltó mi brazo y agarro la mano de Ondina quien aun se la tendía y salieron caminando juntas de la cuadra mientras yo la seguía.
Después de un buen baño, que le curaran los rasguños y heridas y una copiosa comida estaba como nueva, volvía a estar radiante y nos contó su historia, yo decidí acogerla como aprendiz en la orden y cuidarla como su maestro y ella acepto sin dudarlo ni un segundo.
El inicio fue duro, pues Cisne no había cogido un arma en su vida, trabajaba con ella sin descanso enseñándole una nueva forma de vida, poco a poco se adaptaba al castillo y compensaba su falta de experiencia aprendiendo deprisa, era capaz de quedarse con cualquier movimiento al instante y con poca practica lo llevaba acabo, por las tardes ayudaba en las tareas del castillo sobretodo al cuidado del jardín interior de la orden, allí se sentaba horas y horas rodeada por lo animales y disfrutando de su nuevo hogar.
Ella siempre se refería a mi como su sensei y siempre estábamos juntos, y la verdad es que nunca abría querido otra aprendiz que no fuera ella. La contemplaba muchísimas veces desde mi ventana cuando estaba en el jardín, su largo pelo flotando al viento su sonrisa su dulces movimientos... poco a poco lo único que quería era estar con ella.
En los entrenamientos cuando sentía su piel con la mía un escalofrío recorría mi espalda cada abrazo cada caricia cada gesto de afecto gravaba en fuego su imagen en mi mente, yo sabia que ella era mi aprendiz pero mi corazón no atendía lógica alguna y solo deseaba estar con ella.
Una noche decidí salir al jardín para tomar el aire me tumbe en aquella mullida hierva al borde del lago y mire la luna atraves de la cúpula abovedada, me recordaba a los bosques de mi infancia en la tierra de los elfos y me traía clama y paz, sumido en mis recuerdos no note que alguien me acechaba y cuando quise darme cuenta estaba cubierto de agua, Cisne me miraba con una sonrisa picara en el rostro, cuando fui a echarle la bronca ella dijo muy altiva.
- Sensei siempre me as dicho que hay que permanecer alerta y que la primera norma del guerrero es ser sigiloso y aprovechar cada fallo del contrario.
- Jajajajajaja, reí con ganas mientras me levantaba y me acercaba a ella siempre era tan ocurrente y sabia salir de los apuros con su labia. Cierto, cierto mi pequeña aprendiz ¿y sabes que mas te digo siempre?
Su cara denotaba sorpresa ya que había esperado que me enfadara y le recriminara y no sabia por donde iba a salir...
- no se sensei me dices muchas cosas....
en un movimiento rápido la cogí y la tire al lago.
- Que nunca se debe dar al enemigo por vencido asta que ya no respire jajajajajaja
se puso en pie chorreando en la orilla del estanque se aparto de la cara su largo pelo que se le pegaba por culpa del agua y me miro con cara de pocos amigos, salio chapoteando del agua y se acerco a mi con intención de pegarme pero agarre su brazos.
Quedamos parados con nuestros rostros a solo unos centímetros de distancia manteniéndonos la mirada, en la suya ya no había rudeza solo anhelo, mis manos soltaron sus muñecas y se deslizaron suavemente asta sus hombros, después asta su húmedo rostro donde las gotas resbalaban desde su flequillo, ella cerro los ojos solo un segundo sintiendo la calidez de mi gesto y acomodando su mejilla en mi mano mientras la acariciaba con la suya, abrió los ojos y me acerque mas a ella muy muy despacio sintiendo su respiración entremezclándose con la miá hasta que nuestros labios se juntaron en un único y largo beso...


Eres un ñoño!!!!!! ( pero me ha encantado ) ains yo quiero escribir así grr!!!!
ResponderEliminarCuidadito con Cisne que me cae bien la mujer :P