lunes, 31 de enero de 2011

Recuerdos del Mar


 A veces, desde la pecera que es mi habitación, miro el pasar de los días.

Recuerdo otros momentos vividos en lejanos riscos.

En aquellos entonces, servía bajo el mandato de mi padre, así que a veces, salíamos a perder a los barcos, usando los faroles mágicos.



Eran jaulas en donde encerrábamos a los fuegos fatuos, que despistados habían caído en nuestro poder.
Estos mismos fuegos eran a veces conjurados por papa, para hacer el fuego de San Telmo, como lo llamaban los navegantes.

Otras veces lo que queríamos perder eran las almas de los marineros y creo que ya todos saben como hacíamos eso.


Recuerdo eso y no me gusta lo que hacíamos, tampoco recuerdo con sentimiento agradable el breve lapsus de tiempo que pase entre mi deserción de las huestes de papa y mi llegada a BAR.

La verdad, es que llegue expectante, sin saber muy bien que esperar, pero una vez dentro de el y tomando su control, es inevitable estar indiferente.

En el ha habido personas de todas las clases y condiciones, incluso ha habido algunas posesiones de cuerpo, otros estuvieron y se fueron, pero creo que ninguno de los que se marcho por propia voluntad, pueden tener un comentario negativo.

La gente variopinta se hace amalgama y poco a poco se crean lazos de familia, unos hablan poco, otros no paran, unos son locos adorables, otros cuerdos licenciosos, pero cuando pienso en ellos solo puedo hacer una cosa.

Sonreír y pensar que llegue a casa.




Ondina

1 comentario:

  1. ondi ves como cuando quieres puedes sigue asín no pierdas tu tacto te amo nena

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