jueves, 27 de enero de 2011

El Misterioso Bar Coyote





Mi nombre es Edhelnar Celebgaur trovador, músico, interprete y cualquier cosa que reporte dinero en mi economía, me hallaba en una pequeña aldea cuyo nombre no interesa demasiado para la historia cuando me hablaron por primera vez de los coyotes... era noche cerrada y estaba en la taberna descansando después de un aciago día donde mis historias no habían reportado demasiado dinero a mi reducida bolsa, cuando un hombre tan grande como un armario se acerco a mi mesa preguntándome si podía acompañarme a tomar un trago. Por suerte y gracias a mi trabajo e aprendido a valorar cual serian las personas indicadas para nuevas fuentes de conocimientos para mis historias y con el tuve un gran presentimiento.

El hombre en cuestión se hacia llamar Gurg y pese su apariencia aterradora se descubrió como un magnifico compañero de copas y de historias, llevábamos toda la noche hablando cuando los menciono por primera vez los coyotes... yo creí que se refería a una banda de forajidos o a unos animales que atacaban al ganado de la aldea pero no sabia cuan equivocado podía estar...

me hablo del castillo del Coyote de sus habitantes dispares y de sus leyendas, pensé que estaba ya borracho así que solo le seguí el juego no queriendo molestar a un hombreton como el y mas estando ebrio pero de repente cayo me miro a los ojos y me susurro alejate del castillo no sabes lo que guardan sus puertas. Se levanto y se fue, yo reí porque había que reconocer que el viejo Gurg sabia como ambientar sus historias pero no le di mas importancia...

Pasaron los meses y una noche cerrada donde ya me convencía de que dormiría bajo las estrellas divise a lo lejos la esbelta figura de un castillo, brillaba trémulo con la luz de la luna con forme me fui acercando vi fogatas en la entrada principal me sorprendió lo oscuro de sus murallas y torres (mas tarde descubrí que el castillo esta fabricado en Turmalina y Onix de ahí su aspecto oscuro pero embriagador). Era un castillo hermoso emplazado en un amplio claro de los bosques septentrionales y encaramado por una de sus caras al acantilado que da al rió Lusio. De altas y espigadas torees pero de robustas murallas daba la sensación de que unía el cielo con la tierra reflejando la luna y sus estrellas en sus paredes oscuras.. para algunos podría parecer inquietante pero para mi sencillamente era hipnotizador.... Seguí acercándome despacio pero inexorablemente hacia las puertas del castillo dentro se escuchaba música y fiesta.

En la puerta un hombre grande de apariencia fiera hacia guardia con una botella de un liquido de rojo intenso el cual no había visto antes, se quedo mirándome como evaluandome..

-Adelante viajero dentro encontraras comida bebida y descanso. Su voz era fuerte y autoritaria como la de un gran oso y correspondía bien al resto de sus facciones.

-Gracias podría decirme donde me encuentro la verdad es que no sabia de la existencia de este lugar.
El me miro divertido antes de contestarme.

-Este castillo es la Caverna del Coyote tan bien conocido como Bar Coyote¡¡¡

Un sudor frió recorrió toda mi espalda y el escalofrió que le acompaño erizo todos los pelos de mi cuerpo, el lugar existía después de todo y ahí estaba esperándome como una realidad que aparece entre la bruma. Antes de saber ni siquiera que estaba aciendo traspase la muralla y me vi en un inmenso patio de armas con fogatas que creaban un sendero hacia la puerta principal del castillo, avance temeroso pero sin lugar a dudas algo me atraia sin remedio en ese lugar la musica el olor todo creaba un estimulos de mis sensaciones que no me hacia mas que desear mas de lo que este castillo podia ofrecerme.

Atravesé las puertas del castillo y un fuerte olor de deseo inundo mis pulmones, era un amplio salón iluminado con lamparas de aceite, tenia una gran barra en uno de sus laterales donde varias mujeres a cual mas hermosa trabajaban sirviendo los cócteles mas extraños que jamas había visto, varias mesas repartidas por todo el salón donde la gente comía bebía y disfrutaba del espectáculo,ya que en el fondo de la sala había un gran escenario donde una seductora doncella bailaba con serpientes.

Me senté en una mesa y una de las camareras me vino a atender tenia voz dulce y era hermosa pero sus ojos destilaban fuerza y pasión.

-Bienvenido a Bar Coyote donde puede beber, comer, divertirse y hacer que sus sueños por una noche se hagan realidad, aquí tiene la carta no dude en llamarme cuando se haya decidido.

Y se despidió con una amplia sonrisa... todo lo de la carta tenia nombres exóticos que jamas había probado así que me decidí por las especialidades de la casa un Cóctel Pecado Versus para beber y un el Placer de la Gula para comer, llame a la camarera que vino con movimientos gráciles pero ágiles a mi lado, hice el pedido y desapareció en segundos tras la barra...

me deleite con los sinuosos movimientos de la bailarina sin dejar de desear ser la serpiente ni un segundo a lo que desperté de mi fantasía momentánea ya tenia delante lo que habia pedido una larga copa del mismo liquido que bebía el portero y un plato de estofado... ¿ mi plato favorito ? ¿ Como era posible? Aun así no sabia como nada de lo que había probado jamas sentí un placer indescriptible recorriendo mi cuerpo y un ansia de no querer jamas comer otra cosa ya que jamas volvería a sentir tanto placer y deseo por nada que no fuera esa comida... bebí un largo trago de aquella bebida misteriosa que como con el estofado produjo una amalgama de sensaciones indescriptibles por todo mi cuerpo y me hizo desear mas si cabe a la bailarina de las serpientes...

Desperté a la mañana siguiente en una tienda apostada delante del castillo, por la mañana lucia diferente los reflejos de los rayos del sol lo acian parecer luminoso y para nada misterioso muy diferente a como lucia cuando era el manto de la noche el que iluminaba sus torres.
Mi cuerpo se encamino hacia el castillo queriendo mas de lo que ese lugar me había ofrecido y supe que en ningún otro lugar sentiría los placeres que allí había sentido así que corrí hacia las puertas sin detenerme a pensar lo que hacia ni si estaba bien o mal solo sabia que ese mágico lugar me había hechizado por completo. Llegue a la puerta y allí estaba de nuevo el portero con aspecto de oso feroz guardando la puerta, pero esta vez parecía menos amenazador y mas atrayente, me sonrio y dijo.

-Bienvenido a casa hermano.





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